El caso más conocido es Holanda, donde el consumo y la compra de cannabis y derivados están permitidos en pequeñas cantidades a través de los coffee-shops. Pero el debate sobre legalizar o no esta droga ha estado muy presente últimamente en varios países, como Estados Unidos o Uruguay, que han cambiado recientemente su legislación en este aspecto.
En EEUU desde enero de 2014 es legal la venta de Marihuana para uso recreativo en los denominados coffee-shops, pero solo en dos estados, Colorado y Washington y con ciertas restricciones. Una es un máximo de 28 gramos por visita y la otra tener al menos 21 años para poder consumir en estos establecimientos.
Uruguay por su parte, tras un largo debate en las cámaras al respecto, a finales de 2013 se sancionaba de forma definitiva la ley que permite en la actualidad la venta y consumo de Marihuana. El gobierno del país defiende esta norma como un golpe al narcotráfico y una mejor regulación de estas sustancias.
Luego, nos encontramos con los países en los que el consumo -que no el tráfico- está despenalizado o, por lo menos, no lleva consigo excesivos problemas legales. Es la situación que se vive, por ejemplo, en Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, España y Portugal.
En Estados Unidos la cosa se complica pues, aunque el consumo está penalizado a nivel nacional, los niveles de permisividad varían según el estado e incluso el condado donde uno se encuentre. Por último, hay países donde fumar marihuana es un delito mayor, con penas que van desde la pérdida de libertad hasta la obligatoriedad de someterse a terapias de desintoxicación. Es el caso de Argentina, Chile, Noruega, Finlandia, Suecia o China.